En 14 años de carrera he tenido la oportunidad de tratar y atender a más de 2 000 pacientes. Además, he impartido conferencias en distintos lugares del mundo como Niza, Tokio y Edimburgo. Actualmente me ocupo, entre otros problemas oculares, de la retinopatía diabética en Cannes.
LA RETINOPATÍA DIABÉTICA
La retinopatía diabética es una complicación propia de la diabetes.
Una de las posibles consecuencias negativas de la presencia de un nivel elevado de azúcar en sangre es que los vasos sanguíneos de la retina pueden provocar una lesión en la misma, causando un edema macular y un notable deterioro de la visión.
Tratamiento del edema macular
Las opciones terapéuticas actuales para tratar el edema macular diabético son el láser y las inyecciones intravítreas.
Se propone el tratamiento con láser para el edema macular cuando los vasos sanguíneos afectados están alejados de la zona central.
Por el contrario, las inyecciones intraoculares están indicadas cuando los vasos afectados se encuentran demasiado cerca de la zona central y el láser no es la opción más recomendable. Existen distintos medicamentos anti-VEGF para las inyecciones intravítreas, pero tres de ellos son los que se utilizan con mayor asiduidad. De ellos, el Ranibizumab (nombre comercial Lucentis®) y el Aflibercept (nombre comercial Eylea®) han sido desarrollados para el tratamiento de la DMAE y también se utilizan para el edema macular diabético. Un tercer medicamento, el Bevacizumab (nombre comercial Avastin®), habitualmente utilizado «off-label» para los pacientes afectados por la DMAE, podría utilizarse extensivamente para la retinopatía diabética.
Tratamiento de la retinopatía diabética avanzada
En caso de detección de una retinopatía diabética en un estadio avanzado, el láser retiniano (panfotocoagulación) podría estabilizar el problema, detener su avance y evitar la cirugía. En caso de complicaciones ligadas a una retinopatía diabética avanzada como una hemorragia vítrea o un desprendimiento de la retina, puede resultar conveniente realizar una operación (vitrectomía) para retirar la sangre o el tejido cicatricial.
Para realizar la cirugía del desprendimiento de retina se utilizan tres pequeñas aberturas para introducir microinstrumentos con el fin de retirar el gel (vitrectomía), eliminar el tejido cicatricial de la superficie de la retina y conseguir que la retina se adhiera de nuevo con total seguridad. La panfotocoagulación (PRP), generalmente utilizada en casos de retinopatía diabética avanzada, se utiliza para tratar las lesiones periféricas de la retina diabética. El aceite de silicona o el gas se utilizan al final de la cirugía a modo de tapón para estabilizar la retina en su posición correcta hasta que se fije definitivamente.
El riesgo general de infección, de hemorragia o de desprendimiento de la retina es muy reducido y se explicará en la consulta previa a la operación.
Se realizarán consultas de seguimiento en la semana 1, en las semanas 3 y 4 y en las semanas 8 y 12.
Los viajes en avión están contraindicados en los 14 días posteriores a la intervención.
Es recomendable utilizar antibiótico en gotas para prevenir infecciones.
No se recomienda conducir en las dos semanas posteriores a la intervención.
En cuanto a las actividades deportivas, la gimnasia, la jardinería y otras actividades con carga física, es recomendable esperar a la finalización del tratamiento con gotas antibióticas, aproximadamente unas cuatro semanas tras la intervención.
Cómo prevenir la retinopatía diabética
Para minimizar el riesgo de sufrir una retinopatía diabética, aconsejamos adoptar las siguientes medidas:
- controlar el nivel de glucosa, la presión arterial y el colesterol,
- realizar una revisión anual de los ojos diabéticos.


Si se encuentra en Cannes, Mónaco o Antibes, puede ponerse en contacto con mi gabinete oftalmológico.